viernes, enero 15, 2010

¡QUE SE PARE EL MUNDO UN RATO!



Un amigo me confiesa un crimen. La familia de la víctima me interroga porque soy la última persona con la que ha mantenido contacto. Miento para proteger a mi amigo. Cargo de conciencia. Angustia. No puedo vivir con ese peso, y si cuento lo que ha sucedido siento que traiciono a mi amigo. Me despierto. Respiro aliviada. Pesadilla.

Mi abuela viene a abrazarme. Me parece estar en las nubes. Me despierto. Quiero regresar para volverla a abrazar.

Muros de piedra que parecen más fuertes con el paso de los años. Las paredes que hablan, tragan historias. Suelos empedrados. Rincones. Pasadizos. Amores secretos. Besos robados. Escondidos. Antorchas. Cada piedra en su sitio creando una fortaleza y un ambiente majestuoso. Un baile de princesas. Pasillos oscuros, frescos, sombríos, mazmorras. Pasos vacilantes, pasos decididos, pasos sonoros. Eco. Me despierto en el mejor momento, cuando venían con un caballo a rescatarme de la torre donde me tenían encarcelada.

Sueños mil. Sueño de día, sueño de noche, despierta y dormida. Sueño siempre.
Remiendo lo que ya no tiene remedio, vivo lo que nunca viviré, me encuentro con personas que se fueron, que ya no están aquí, pero sí en ese lugar adonde me lleva el sueño, hablan de nuevo conmigo...

No tengo límites en mi sueños para hacer todo lo que se me ocurra. Los vivo sin ataduras, ni cadenas, ni miedos, ni formalidades. Los sueños son nuestras películas, con guión y argumento personalizado. No creo que se pueda vivir sin soñar, sería demasiado duro no poder escapar un ratito del mundo.

¿Alguién sabe adonde van los sueños o de donde vienen?, ¿nos llevan a vidas pasadas?, ¿hay más mundos en este mundo?, ¿alguien sabe responder que sería de nosotros sin ellos?...

Os animo a escribir todos vuestros sueños, para que no se os olvide perseguirlos, para disfrutarlos cuantas veces querais, os sorprendereis de lo que da de sí nuestra mente, realmente es un misterio.

Pd: Este post va dedicado a tí, porque me dijiste que nunca deberías haberte permitido soñar, y yo te digo que nunca deberías permitirte no hacerlo. Si no sueñas es que estás medio muerto.

6 comentarios:

El árbol que nunca dió manzanas dijo...

Cuando estaba embarazada de mi hija mayor tenía una pesadilla que se repetía una y otra vez. consistía en:
Yo estaba dormida en mi habitación y venía, en medio de la oscuridad, un enorme monstruo de piel sangrienta, coloreada por el barro de no se sabe donde. Baboso, pegajoso, de mirada helada... aún lo tengo en mi mente, y de eso ya hace catorce años.
Pues el dichoso monstruo se acercaba a mi en silencio ponía las manos entre mis sábanas, me tocaba la abultada tripita y de un zarpazo hundía su mano en mi vientre agarrando, en la sacudida, al bebe que llevaba dentro.
Aún veo a mi bebe volar sobre sus manos, con sangre chorreando por todas partes, con el cordón umbilical cortado a tirones, con el dolor más profundo que he sentido nunca, en sueños, claro.
El sueño, pesadilla, mejor dicho, terminaba con la visión del gigante llevándose a mi niña y la sensación de inmovilidad de mi cuerpo desangrado encima de la cama.

Horrible.

Estoy convencida que el monstruo acosador era mi ex-suegra.
El subconsciente me avisaba, tenía que alejarme de ella.
jejeje misión cumplida.

Creo que hay algo en los sueños parecido a la intuición, al creer pero no saber, al estoy pero no estoy.

Saludos.

Ardorín dijo...

Querida Lorena, tendrás que perdonar la invasión, pero mi respuesta hoy va para la persona a quien dedicas el post:
Cuando era pequeño soñaba en ser lo que hoy soy y lo que haces años fui en Valencia. Mientras fui creciendo lo mantenía vivo pero al llegar a la adolescencia me perdí, perdí el norte y otras cosas que aun llevo lastrando. El sueño se esfumo, porque deje de soñar.
Pero el mundo rueda de maneras que yo al menos no entiendo y por una de esas vueltas termine en Murcia cumpliendo mi primer sueño sin haberme dado cuenta. Y pase unos años que puedo calificar como los mejores de mi vida (hasta hoy, claro)
Ya en Valencia me decidí a volver a soñar y a intentar atrapar la segunda parte de mi sueño. No te puedes imaginar lo que me costo. Todo el tiempo perdido en la adolescencia lo tuve que recuperar a marchas forzadas. Pero obtuve el premio que buscaba. Se cumplió el sueño. Ahora soy feliz y estoy orgulloso de lo que soy. Y al que no le guste que no se ponga en mi camino, porque no tenemos nada en común.
Sueña. Eso te hará sentirte vivo. Aunque sepas tan bien como otros que el mundo real es un monstruo manejado por gente siniestra que te devora si no tienes los aliados adecuados.
No me “gusta” tu sueño porque soy egoísta y si lo consigues te perderé de mi circulo más próximo, pero creo que debes seguir soñando con ello hasta el final. Si lo haces realidad será una pasada. Si no lo consigues, sabes tan bien como yo que no será por tu culpa (y eso lo sabemos bien), sino por esos míseros “siniestros” que manejan los hilos. Pero hasta que no se agote el último cartucho, hay que seguir, no se puede hincar la rodilla tan fácilmente. Hay que soñar.
Espero que sigas soñando. De verdad lo espero. Porque que tu sigas soñando significa que alguien más seguirá sonriendo.
Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Gracias a los dos por vuestros ánimos, aunque tengo que reconocer que cada vez me cuesta más soñar.

Uno que lucha por intentar disfrutar del momento.

Lorena dijo...

Manzana: Miedo, suena a miedo porque las cosas salieran mal. Desde luego una pesadilla espantosa, parece sacada de una peli de terror. Chica,¡vaya ex suegra!jajajajajaja, ¡felicidades por habértela quitado de encima!. Un abrazo.

Lorena dijo...

Ardorín: Muy bonito, creo que le han quedado claras las cosas al destinatario. Besotes!!!

Lorena dijo...

Anónimo: A ver si aprendes guapo, que te vemos. Si crees en los sueños el universo entero conspira para tí.